Alix Lynx, de 26 años, trabajó duro para obtener un título en comunicaciones y un MBA en marketing digital. Pero eligió darle la espalda a una prometedora carrera y perseguir su sueño de convertirse en una estrella porno.

En declaraciones a la revista Cosmopolitan, la neoyorquina reveló: «La pornografía es algo que quería hacer desde que era una adolescente».