POR MAYNÉ BATISTA
COLABORACIÓN EXCLUSIVA
SANTO DOMINGO. A pesar de que las autoridades y estudiantes de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) reconocen que la reconstrucción de la Facultad es un paso de avance no es menos cierto que todos esperaban mayor organización y previsión de las autoridades universitarias.
Realmente, la falta de previsión y organización de los espacios para recibir docencia realmente ha afectado la docencia de la Facultad de Humanidades en este primer semestre del 2015.
Los principales afectados son los estudiantes. La gran mayoría de ellos carecen de aulas para recibir clases y en el peor de los casos, los profesores no asisten a sus horarios correspondientes.
Berenice Sánchez, estudiante de Comunicación Social Mención Relaciones Públicas, afirmó que las obras de reconstrucción son «excelente».
«Yo creo que la reconstrucción era mejor hacerla en el tiempo de las vacaciones. Ahora, en clases, es un caos recibir clases bajo esta situación», afirmó Sánchez.
Expresó que actualmente cursa dos materias y todavía no ha podido dar clases al 100%. «Uno de los profesores imparte la clase de manera virtual en lo que terminan las obras».
La otra materia, afirma la estudiante de derecho, no ha podido recibirla debido a que al profesor asignado, «no lo encuentra».
Otra de las estudiantes afectadas es Melissa Ramírez, estudiante de derecho. Ramírez todavía no ha recibido clases por la ausencia del profesor. «No aparece y nadie me informa sobre su ausencia».
Sin embargo, es consciente sobre la importancia de la reconstrucción de la Facultad. «Este era un edificio que se caía pedazos», apuntó.
No solo los estudiantes no están satisfechos con el funcionamiento de la Facultad en este período especial, las autoridades estudiantiles formularon también sus críticas a la falta de organización y previsión.
Ambiorix Rosario, presidente de la Federación Estudiantil y Movimiento Independiente Estudiantil de Liberación, Miel 19 expresó que esas entidades estudiantiles les plantearon al rector de la UASD, Iván Grullón, la necesidad de que paralelo a la remodelación, se debió reubicar lugares alternos para que los profesores y estudiantes realicen sus actividades académicas y curriculares «No se pudo establecer nada con las autoridades”.
Rosario manifestó que la masa estudiantil y una parte del profesorado «están pagando las consecuencias de la falta de previsión y planificación.
«Varias veces les manifestamos que habilitara espacios en otras facultades destinados a crear aulas para recibir docencia», precisó Rosario.
«Incluso, llegamos a decirle alternar las clases en liceos y escuelas públicas. La respuesta que obtuvimos fue la del rector que no tiene dinero, sin embargo, todos sabemos que para botellas y cherchas, siempre hay dinero», expresó el dirigente estudiantil.
Entiende la necesidad de aplicar una gerencia responsable. «Si nosotros no estuviéramos dando la cara a la situación, este caos fuera mayor».
“Aquí debería estar el rector dando la cara con informándoles presionando a los profesores para que asistan a sus clases y den respuestas a esta situación de contingencia», precisó.
Ante la ausencia de las autoridades y su desinterés, sigue diciendo Rosario, la organización estudiantil que dirige orienta a los estudiantes y los reubica hasta tanto concluya la reconstrucción.
Rosario cifra sus esperanzas de que se resuelvan la falta de reubicación de estudiantes y profesores. «Antes de realizar otro proceso similar lo primero que deben hacer es buscar los espacios para recibir docencia», concluyó el dirigente estudiantil
Vinicio de los Santos, representante de la Asociación de Estudiantes de Psicología, afirmó que desde los inicios de la reconstrucción su asociación orienta a los estudiantes en su reubicación.
“Desde el 27 de enero, cuando se iniciaron las clases estamos en el proceso de reubicar a los compañeros. En el caso de que los profesores no aparezcan, indagamos el correo electrónico y teléfono de dicho profesor, de esta manera lo llamamos o le escribimos a fin de que se ponga en contacto con sus estudiantes. Así, ningún estudiante perderá su semestre”.
Juan Ramón del Rosario Coco, profesor de comunicación social, señaló que la reconstrucción de la Facultad de Humanidades es un paso positivo.
“Todos esperábamos esta reconstrucción. La Facultad mostraba ya un grave deterioro. Era una amenaza para todos. Lo que pasa es que el tipo de remodelación o reconstrucción que se realiza no es efectiva, a pesar de eso, estamos conformes, peor sería si no se hiciera nada»
Cree que el remozamiento y embellecimiento no es suficiente. “Uno esperaba una obra más terminada, sobre todo, en algunas áreas que quizás esperamos su demolición debido a que se estaban hundiendo. ¿Quién sabe si después de la remodelación no se acabe de hundir? De todas maneras, lo que se está haciendo es positivo».
Juan Ramón del Rosario Coco, Señala que lo negativo de todo el proceso es que la facultad no funciona a cabalidad
“Más de 30 mil estudiantes de distintas carreras no han recibido docencia con regularidad. La facultad se cerró en noviembre, eso quiere decir que han tenido tiempo suficiente para hacerlo mejor».
Coco también apunta a la falta de previsión de las autoridades. “Estamos esperando el auxilio de las autoridades e inicien el acondicionamiento de aulas en el nivel dos y tres del parqueo principal, sin embargo están pidiendo entre 15 y 18 millones de pesos para eso, un precio exorbitante”.
Coco planteó una solución a las autoridades “Yo he planteado una solución práctica, sencilla, económica y rápida, consistente en que, se levanten carpas-aulas numeradas bien iluminadas y ventiladas con una altura adecuada para evitar los rayos del sol y las lluvias. De esta manera, con carpas numeradas, los estudiantes sabrán dónde recibirán docencia», apuntó.
Dijo que con un mínimo de 50 carpas se resuelve la falta de previsión y la desorganización que afecta el buen desenvolvimiento de la Facultad este semestre.
“El problema de las carpas, es que al rector no le gusto en principio porque se hablaba de alquilar carpas y aquí cuando se hace un acto de graduación esas carpas cuestan, siete u ocho carpas de esas cuestan más de 100,000 pesos, lo cual sería un costo muy grande, pero si se construyen aquí, se compran aquí, los tubos y las lonas que la van a cubrir, sería mejor, concluye el profesor.