RUSIA . Tras el fracaso de las conversaciones de paz en Minsk, este sábado, sigue aumentando el número de víctimas en el este de Ucrania. Al menos una decena de civiles y 13 militares han muerto en las últimas 24 horas.
“Los combates continúan en todas las secciones del frente”, según Kiev.
A los habitantes de las zonas más castigadas, como Debáltsevo o Donetsk, se les anima a partir.
“Todos nosotros vamos a quedarnos y defendernos”, asegura Nadezhda, una habitante de Donetsk, que acaba de ver morir a un vecino bajo las bombas. “Nos han atacado”, dice.
Mientras, en la capital ucraniana, activistas han protestando, plantando 30 cruces ante la embajada rusa, contra los sangrientos ataques que la semana pasada mataron a 30 civiles en Mariúpol y dejaron un centenar de heridos.
El conflicto, iniciado el pasado abril, ha dejado ya unos 5.100 muertos.
“Las vidas de personas corrientes con nombre y apellido se han convertido en sólo una parte de las cifras de las estadísticas en un flujo de información que nos llega desde diferentes canales.
En estas 30 cruces hemos puesto los nombres de las personas que murieron a manos de los agresores rusos”, ha declarado Eugen Chobotaryov, activista.
La masacre causada por las bombas que los separatistas prorrusos lanzaron sobre un mercado, dos escuelas, tiendas, aparcamientos y hogares de Mariúpol, llevó a la Unión Europea a ampliar las sanciones contra Moscú.
