BRASIL. La fiscalía de Brasil informó el jueves que investiga al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) por supuesto tráfico de influencia para beneficiar a la constructora involucrada en el escándalo de corrupción de Petrobras. “Está bajo investigación por un posible tráfico de influencia a dirigentes de otros países a favor de la empresa”, dijo una funcionaria de prensa del Ministerio Público Federal (MPF) en Brasilia.
El escándalo de la estatal petrolera brasileña lanzó esquirlas tan dañinas que ni los intereses de la política pudieron ocultar. El fraude en Petrobras se estructuró en torno a un “club” de empresas que amañó licitaciones para adjudicarse obras contratadas por la estatal entre 2004 y 2014. Según confesaron algunos investigados, los sobornos pagados para obtener las concesiones fueron destinados a financiar partidos políticos y a engrosar fortunas personales de los involucrados.
El mayor caso de corrupción en la historia del gigante sudamericano motivó numerosas causas en la apertura de investigaciones a 13 senadores, 22 diputados y dos gobernadores en funciones, sospechosos de haber participado en la trama de pago de sobornos a cambio de contratos en la estatal. Entre los acusados de corrupción y lavado de dinero está el ahora ex tesorero del gubernamental Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) Joao Vaccari, que está arrestado desde abril.
El estallido de la crisis de Petrobras expuso a las principales empresas de infraestructura de Brasil por su actuación en las obras que licitaba la petrolera, principal inversora del país. Sus problemas arrastran, a su vez, a cientos de proveedores de menor escala.
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