«Luego vais a tener otra con las lágrimas», dijo Iker Casillas a los fotógrafos que le lanzaban mil y una instantáneas a su llegada a la sala de prensa. En efecto, apenas unos segundos después y antes de iniciar su discurso, el ya exportero del Real Madrid rompió a llorar. Se despidió solo, sin ningún miembro del club a su lado.