PARIS. El copiloto del avión de Germanwings siniestrado en los Alpes franceses con 150 personas a bordo dejó fuera al comandante «voluntariamente», según las primeras conclusiones de la investigación, dadas a conocer este jueves en rueda de prensa por el fiscal francés responsable de la investigación.
Ha añadido que el piloto «debió de darse cuenta de lo que ocurría y no tuvo forma de abrir la puerta de la cabina».
El capitán de la aeronave tenía diez años de experiencia y más de 6.000 horas de vuelo, la mayor parte de ellas en la matriz Lufthansa, a cuya filial de bajo coste se había incorporado en mayo de 2014. Anteriormente, había trabajado en la aerolínea Condor.
El copiloto, por su parte, había entrado a trabajar en la aerolínea en septiembre de 2013 y acumulaba 630 horas de vuelo de experiencia, según la agencia francesa de noticias AFP, que cita a fuentes de Lufthansa. El diario alemán Bild precisa que ambos eran de nacionalidad alemana y que el piloto había sido identificado como Patrick S. y el copiloto como Andreas L.
Según «The New York Times», uno de los dos habría salido de la cabina de mando antes del accidente. El diario norteamericano se basa en informaciones que se han rescatado de una de las cajas negras filtradas por un oficial militar responsable de la investigación al que cita en condición de anonimato.
De acuerdo con dichas informaciones, en la primera parte del vuelo entre Barcelona a Düsseldorf se escuchaba una conversación «muy suave» entre los pilotos. Sin embargo, el audio indica que a continuación «uno de los pilotos salió de la cabina y no pudo volver a entrar».
«No pudo volver a entrar»
«Se puede escuchar que está intentando echar abajo la puerta y no había una respuesta», ha agregado el investigador, que indica cómo la intensidad de los golpes se iba incrementando sin encontrar respuesta. Al no obtenerla, intentó sin éxito derribar la puerta. Una situación anormal dentro de la cabina.
El informador dice desconocer la razón por la que uno de los pilotos abandonó la cabina. Por su parte, el presidente de Lufthansa ha asegurado que sería «inexplicable» que el piloto hubiese querido estrellar la nave, aunque la aeronave, un Airbus 320, no dio señales de alarma en ningún momento a los controladores aéreos.
Un portavoz de la compañía ha asegurado a primera hora de este jueves «no tener actualmente ninguna información que pueda confirmar el informe del ‘New York Times».
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