ESPN.COM.-Dice un refrán que la mentira tiene piernas cortas y siempre la verdad la alcanza.

Como cortas tiene las piernas Jenrry Mejia, el lanzador dominicano que acaba de entrar a los libros como el primer pelotero de Grandes Ligas suspendido de por vida, tras dar positivo por tercera ocasión al consumido de sustancias prohibidas.

De paso, se lleva sin oposición el premio al Tonto del Año, por tirar por la borda del barco en menos de 12 meses su carrera y el sustento económico de su familia.

En abril pasado fue castigado por 80 juegos y se perdió media temporada, en la que se proyectaba como cerrador de los New York Mets.

En julio se reincorporó, pero tras participar en siete partidos, volvió a dar positivo y la segunda sanción se extendió a 162 juegos.

Este viernes, las Grandes Ligas anunciaron su tercera infracción, con lo que el derecho de 26 años se lleva el castigo más duro para un tramposo reincidente.

Mejía salvó 28 juegos en el 2014 y se ganó el puesto de cerrador con los Mets, que luego fue ocupado por su compatriota Jeurys Familia.

Ahora nunca sabremos sí realmente tenía el talento para hacer su trabajo o sus rectas supersónicas eran artificiales, fruto del consumo reiterado de esteroides anabólicos.

Casi dos millones y medio de dólares dejará de ganar este muchacho, que prefirió tomar un atajo en vez de recorrer el camino más largo a base de esfuerzo y tesón.

Lo que es peor, posiblemente se pierda en algún campo de la geografía dominicana, sin futuro y sin fortuna.