Este nuevo informe presentado en Washington que estudia las líneas marcadas en el análisis Kerner, reveló que mientras la desigualdad racial sigue en niveles parecidos a los de hace medio siglo, los índices de pobreza infantil y acceso a la vivienda entre las minorías empeoraron.
En concreto, el porcentaje de niños estadounidenses que viven en situación de pobreza creció casi 6 puntos porcentuales desde 1968, al pasar del 15, 6% de entonces hasta el 21% actual, según datos del informe titulado «Curación de la sociedad dividida: Invertir en EEUU cincuenta años después del informe Kerner».
«La mayoría de los niños pobres en EEUU son latinos o afroamericanos que tienen su vida condicionada por otros factores en los que aún hay mucha diferencia racial«, explicó en declaraciones Roberto Viramontes, coautor del estudio y asesor en política del Learning Policy Institute.
Según datos del informe, los afroamericanos son casi 6 veces más propensos a ser encarcelados que los hombres blancos, mientras que los hispanos tienen 2,3 veces más posibilidades.
Viramontes y sus colegas culparon a los políticos y funcionarios estadounidenses de las últimas décadas por no haber prestado la «suficiente» atención a la advertencia sobre pobreza y desigualdad que alertó el informe Kerner.
A pesar de que en los primeros años posteriores a la publicación de ese estudio se impulsaron políticas e inversiones dirigidas a las escuelas públicas, hasta llegar al 12% del total del presupuesto federal bajo el mandato de Lyndon Johnson, relató Viramontes, sus sucesores recortaron ampliamente esos recursos.