El huracán Irma dejó al menos a ocho personas muertas e hirió a 23 en los territorios franceses de ultramar, según dijo el jueves el ministro francés del Interior mientras la peligrosa tormenta de categoría 5 seguía avanzando por el Caribe.

El número de fallecidos en las islas de San Martín y San Bartolomé podría ser más elevado porque los equipos de rescate no terminaron de inspeccionar las islas, dijo Gerard Collomb en declaraciones a la radio gala France Info. “El reconocimiento comenzará realmente al amanecer”, agregó Collomb.

Irma dejó a oscuras buena parte de Puerto Rico y azotó el territorio estadounidense con vendavales y aguaceros sin llegar a tocar tierra, antes de poner rumbo el jueves de madrugada hacia República Dominicana y Haití.

Más al este, las autoridades tenían problemas para llevar ayuda a las pequeñas islas caribeñas devastadas el miércoles por los vientos récord de 298 kilómetros (185 millas) por hora, mientras que la gente en Florida se apresuraba a prepararse para un posible golpe frontal en la zona de Miami.

Las comunicaciones eran difíciles en zonas golpeadas por Irma, y la información sobre los daños salía con cuentagotas. Casi todos los edificios de Barbuda sufrieron daños cuando el ojo del huracán pasó casi por encima de la isla el miércoles por la mañana y en torno al 60% de sus aproximadamente 1.400 habitantes se quedaron sin hogar, según dijo a The Associated Press el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne.

“Es una situación realmente horrenda”, dijo Browne tras regresar a Antigua de un viaje en avión a la isla vecina. Las carreteras y sistemas de telecomunicaciones habían quedado destrozados, señaló, y la recuperación llevará meses o años. Un niño de dos años murió cuando una familia intentaba escapar de una casa dañada durante la tormenta, añadió.

En St. Thomas, en las Islas Vírgenes estadounidenses, Laura Strickling pasó 12 horas refugiada con su marido y su hija de un año en un apartamento de sótano protegido con tablones, sin electricidad, mientras la tormenta rugía en el exterior. Salieron para encontrar la frondosa isla hecha trizas. Muchas de las viviendas de sus vecinos estaban dañadas y buena parte de la antes densa vegetación había desaparecido.

“No hay hojas. Es una locura. Una de las cosas que nos encantaba de St. Thomas era que había mucho verde. Y ha desaparecido”, dijo Strickling.

“Esta comunidad tardará años en volver a levantarse”. También se reportaron graves daños en San Martín, una isla que está dividida bajo control de Francia y Holanda.

Francia envió agua y alimentos de emergencia tanto a San Martín, como a San Bartolomé, en donde el paso de Irma dejó casas sin techo y destruyó el sistema eléctrico. Infantes de Marina holandeses que se trasladaron a San Martín y otras dos islas bajo control holandés que fueron azotadas por Irma, señalaron que los daños son extensos pero no hay reporte de lesionados o heridos.

Para el jueves por la mañana, el vórtice de la tormenta se ubicaba 225 kilómetros (140 millas) al noroeste de San Juan, Puerto Rico, y avanzaba con dirección oeste-noroeste a una velocidad de 26 kilómetros por hora (16 mph).

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos predijo que Irma mantendría la categoría 4 o 5 durante uno o dos días, en un rumbo que la llevaría justo al norte de República Dominicana y Haití el jueves, cerca de Turks & Caicos y zonas de Bahamas por la noche y en los alrededores de Cuba en la noche del viernes al sábado.

Después es probable que se dirija al norte, hacia Florida. Se espera que llegue a Florida en algún momento del domingo, y el gobernador, Rick Scott, dijo que tenía previsto activar a 7.000 soldados de la Guardia Nacional para el viernes.

Advirtió que Irma es “mayor, más rápida y más fuerte” que el huracán Andrew, que arrasó barrios enteros en el sur de Florida hace 25 años.

Los expertos temen que Irma pueda golpear toda la costa este de Florida, de Miami a Jacksonville y después se dirija hacia Savannah, Georgia, y a las Carolinas, afectando a zonas muy pobladas y desarrolladas.

“Esta podría ser fácilmente la tormenta más cara en la historia de Estados Unidos, lo que es decir mucho considerando lo que acaba de pasar hace dos semanas”, comentó Brian McNoldy, investigador de huracanes en la Universidad de Miami.