AZUA-Cientos le dieron el último adiós a la comunicadora Franchesca Lugo Miranda, asesinada durante un atraco en Santo Domingo, mientras que los familiares de la joven, y diversos sectores de la sociedad clamaron por justicia.

El Senador Rafael Calderón calificó el hecho como una vergüenza para la humanidad y solicitó la pena máxima de 40 años para los asesinos, expresando que a los culpables de ese crimen no se les puede tratar con paños tibios ni subterfugios.

Expresó que llegó el momento de enviarle un mensaje claro a la sociedad “de que el que mate en esas condiciones no tiene derecho a vivir, y si no tiene derecho a vivir y aquí no hay la pena de muerte, debe aplicarse la pena máxima”.

El Senador de Azua expresó que la muerte de Franchesca Lugo ha indignado a la mayoría de los dominicanos, porque jamás se pensó que una persona sana, buena, tranquila, trabajadora y responsable, pudiera morir en las condiciones en que ha muerto.

El alcalde Rafael Hidalgo, expresó que tanto los habitantes de la provincia de Azua, como la sociedad dominicana en sentido general se sienten consternados por este vil asesinato y solicitó que se les aplique el castigo más severo que exista a los asesinos.

Mientras que José Francisco Lugo Cabral, tío de la víctima, quien habló en nombre de la familia solicitó al Presidente Danilo Medina ordenar una minuciosa investigación sobre las circunstancias que rodearon este horrendo crimen e hizo un llamado al Procurador Francisco Domínguez Brito para que no tenga contemplación con los asesinos de su pariente.

Mientras que el ingeniero Virgilio López, Rector de la Universidad Tecnológica del Sur informó que Francesca Lugo Miranda fue una excelente estudiante del Colegio de Prácticas Experimental UTESUR, en donde fue reconocida por sus altas calificaciones.

La joven Francesca Lugo era hija de los señores Guillermo Henrique Lugo Cabral y Elsa Mireya Miranda y tenía un hermano Guillermo Lugo Miranda.

El cuerpo sin vida de la comunicadora azuana fue velado en la Funeraria San José, de ahí fue llevada a la Iglesia Nuestra Señora de Los Remedios, en donde el Cura Párroco Pedro Mateo ofició un misa de cuerpo presente, y luego fue trasladado al Cementerio Nuevo de esta ciudad.