POR JOSÉ ARIAS

SANTO DOMINGO. Este clima de inseguridad y desprotección total y absoluta de la ciudadanía no puede continuar.

Somos hombres y mujeres atrapados en una jaula sin barrotes que en cualquier momento un desaprensivo nos corta la cabeza por un celular o nos roba lo que con tanto esfuerzo se gana uno la vida en esta selva de elevados y ahora casi tres líneas de Metro.

Lo que le pasó esta tarde a la veterana comunicadora Socorro Castellanos es espantoso, simplemente horrible. Y no porque le pasara a ella, pasa a diario en todos los estratos sociales.

Es de miedo porque alguien que retira dinero para organizar su vida tras pagar sus deudas estuvo a punto de perder la vida en segundos.

No podemos seguir jugando con «percepciones». Con «reducción de índices de criminalidad» cuando la realidad de asaltantes a diestra y siniestra es desgraciadamente tangible.

O somos nosotros , o son ellos.

Nadie quiere ser el próximo en perder la vida.
Nos desplazamos en calles y avenidas con brotes de paranoía si alguien nos cruza por el lado o nos camina detrás de nosotros.

Del ser dominicano generoso, sonriente y relajado va quedando poco. Dirán los «genios» del Gobierno que se debe al «progreso». Patético.

Y es muy simple, señores, ESTO NO PUEDE SEGUIR ASÍ.