INDONESIA. El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,3 en la escala Richter provocó una serie de gigantescas olas que barrieron las costas de Indonesia, y llegaron hasta países como Tailandia, Sri Lanka o Somalia.

Entre las víctimas se encontraban miles de turistas extranjeros que pasaban las vacaciones de Navidad en esta región de playas soleadas, llevando la tragedia a hogares de todo el mundo.
Diez años después del tsunami que acabó con la vida de 220.000 personas y asoló las costas de 14 países en el sureste asiático, un acto multitudinario conmemoró a las víctimas en la ciudad indonesia de Banda Aceh.
«El tsunami provocó una pena profunda a los habitantes de Aceh que perdieron a sus seres queridos», declaró el gobernador provincial, Zaini Abdulah, frente a la multitud en la Gran Mezquita de Baiturrahman, uno de los pocos edificios que resistió los envites del arrasador sismo.
Kamarudin, un pescador de 50 años, llegaba para rezar por la memoria de su mujer y sus tres hijos: todos murieron en la catástrofe.
Las principales conmemoraciones se esperan para el viernes por la mañana, primero en Aceh, donde las olas llegaron en primer lugar, Indonesia, y después en Tailandia, donde se espera que se enciendan miles de velas en las turísticas playas de Phuket y Khao Lak.
También habrá eventos de conmemoración en Sri Lanka y en varias capitales europeas, para recordar a los extranjeros que perecieron en la tragedia.
En Tailandia, 5.395 personas perdieron la vida, la mitad de ellas, turistas extranjeros.
«Llegó el agua… Había cristal, metal, trozos de madera, ladrillos, era como estar en una lavadora llena de clavos», explicó el superviviente británico Andy Chaggar, que se encontraba en un bungalow en la playa de Khao Lak cuando el tsunami golpeó la costa y perdió a su novia en el desastre.
Mientras iba conociéndose la magnitud del desastre, los países más afectados luchaban para movilizar los efectivos de rescate, mientras miles de cuerpos se amontonaban bajo el sol tropical y en morgues improvisadas.
Durante los meses posteriores a la tragedia, se recaudaron 13.500 millones de dólares en ayuda humanitaria y fondos para la reconstrucción de las zonas golpeadas por el tsunami.